La verdadera imagen del pasado transcurre rápidamente. Al pasado sólo puede retenérselo en cuanto imagen que relampaguea, para nunca más ser vista, en el instante de su cognoscibilidad. Walter Benjamín[1] ¿Hasta cuándo seguiremos cargando en nuestras espaldas las sombras de los que ya no están pero que se rehúsan…